¿Qué es el Taekwondo?



Para graficarlo en forma simple, el Taekwondo es una versión del combate no-armado diseñado con el propósito de la auto defensa. No obstante, es mucho más que eso.

Es el uso científico del cuerpo en el(los) método(s) de la auto defensa; un cuerpo que ha ganado el uso supremo a través del entrenamiento físico y mental.

El Taekwondo es un arte marcial que no tiene igual en técnica y poder. Aunque es un arte marcial, su disciplina, así como su entrenamiento técnico y mental son los cimientos para construir un fuerte sentido de justicia, fortaleza, humildad y determinación. Es el acondicionamiento mental lo que separa el verdadero practicante del sensacionalista, que se satisface sólo con la maestría en los aspectos combativos del arte.

Esta es una de las razones de por qué el Taekwondo es llamado un arte de auto defensa. Ello implica una forma de pensamiento y vida, particularmente en la inculcación de un concepto, un espíritu de una estricta disciplina auto impuesta, y un ideal de rearme moral.

Traducido literalmente “Tae” implica salto o vuelo para patear o romper con los pies. “Kwon” denota el puño (principalmente para golpear o destruir con la mano). “Do” significa arte o camino (el camino correcto construido y pavimentado por los santos y sabios del pasado). En consecuencia, unido en forma colectiva “Taekwondo” indica el entrenamiento mental y las técnicas de combate no-armado para la auto defensa, así como para la salud, haciendo uso de la hábil aplicación de puños, patadas, bloqueos y evasiones con las manos y pies para la destrucción rápida del movimiento del o los oponentes.

El Taekwondo definitivamente permite al débil poseer una magnífica arma junto con la confianza necesaria para defender o defenderse y vencer al oponente.

Por supuesto, erróneamente utilizado, el Taekwondo puede ser un arma letal. Por lo tanto el entrenamiento mental debe estar siempre reforzado para prevenir al estudiante de su mal uso.

Las proezas del Taekwondo son muchas. Mencionar algunas es probablemente pertinente. Por ejemplo, patear volando sobre un motociclista u once personas en una línea de ataque; el rompimiento de una tabla de pino de una pulgada colocada a una altura de 3 a 3.35 m de altura; el rompimiento de dos pedazos de ladrillo con un puño o el canto de la mano; destrozar siete u ocho piezas de pino de 5 cm de grosor de un solo golpe de puño; el ataque de dos objetivos con el mismo pie mientras se vuela, y así muchos otros más. Para el profano vulgar, tales hazañas podrían sonar imposibles, pero para los estudiantes serios de Taekwondo y para los exponentes de este arte, esto es algo ordinario.

El incesante entrenamiento es esencial para mantenerse en una forma y condición física adecuada.

Por el uso de los músculos, es posible aprovechar todo el poder generado por cada contracción muscular, para lanzarlo al objetivo humano, especialmente donde se ubican los puntos vitales o más vulnerables del oponente, en particular cuando el oponente está en movimiento.

En este punto es necesario recordar a los estudiantes de Taekwondo que este arte de auto defensa está especialmente diseñado para una veloz respuesta en contra del agresor en movimiento.

Las maniobras más devastadoras del Taekwondo están basadas en el impacto inicial del golpe más la consecuente fuerza adicional suministrada por el rebote del cuerpo en movimiento del oponente. De forma similar, usando el “momentum” de la fuerza del atacante, un leve o ligero empujón es todo lo necesario para desequilibrar y voltear al oponente.

En el caso de los estudiantes de Taekwondo, quienes han estado en constante práctica o los mismos expertos, ellos no pierden tiempo en pensar, puesto que la acción está ya automatizada. Sus acciones, en resumen, se han vuelto en reflejos condicionados.

Las horas gastadas en el entrenamiento no serán en vano. De seguro cosecharás una gran recompensa en la forma de reacciones más veloces y golpes mortales que aguarán las intenciones de tu enemigo, o en el peor de los casos, salvarán tu vida.

Más aún, si el Taekwondo es practicado sólo por los ejercicios, el placer derivado de ello justificará el tiempo invertido. Como ejercicio es apropiado tanto para adultos como jóvenes, hombres y mujeres.